About the Book
Y allí estaba ella. Al llegar al segundo piso pudo verla cerca del ventanal, sentada en una silla.
Se detuvo a unos pasos, sintiendo que temblaba de sólo verla. Ella llevaba un vestido negro con encajes, su cabello siempre rebelde estaba ahora recogido, sus ojos miraban hacia la ventana no asustados, sino con una resignación lejana, casi muda.
Pero en el fondo, el podía sentirla, sentir como gritaba desde lo más profundo de sus entrañas, como todo su cuerpo se agitaba dentro del rígido vestido, como sus ojos al permanecer fijos en la nada, ardían de dolor o de amor...
Él respiró hondo y comenzó a hablarle. Ella lo escuchaba atentamente, tratando de hilar las palabras de aquel hombre que le parecía tan familiar y a la vez tan extraño.
Se detuvo a unos pasos, sintiendo que temblaba de sólo verla. Ella llevaba un vestido negro con encajes, su cabello siempre rebelde estaba ahora recogido, sus ojos miraban hacia la ventana no asustados, sino con una resignación lejana, casi muda.
Pero en el fondo, el podía sentirla, sentir como gritaba desde lo más profundo de sus entrañas, como todo su cuerpo se agitaba dentro del rígido vestido, como sus ojos al permanecer fijos en la nada, ardían de dolor o de amor...
Él respiró hondo y comenzó a hablarle. Ella lo escuchaba atentamente, tratando de hilar las palabras de aquel hombre que le parecía tan familiar y a la vez tan extraño.
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